Lo sabores de la naturaleza listos para probar!

En nuestra heladería agrícola utilizamos únicamente ingredientes naturales, materiales biodegradables y productos de bajo impacto ambiental. Elegimos fruta fresca de temporada, seleccionamos materias primas de la más alta calidad y utilizamos solo leche fresca del día, proveniente de nuestras vacas, ¡ecológica!

¡Preparamos el helado con mucho cuidado y pasión para regalarles un momento de dulzura a sus paladares!

La Agrigelateria valora el territorio!

Las agrigelaterías representan una realidad en pleno crecimiento y gozan del favor de unos consumidores cada vez más interesados en alimentos genuinos que expresen la identidad de un territorio. El objetivo es ofrecer una información correcta a los consumidores y, al mismo tiempo, evaluar posibles formas de tutela para los productores agrícolas frente a iniciativas de negocio que nada tienen que ver con la empresa agrícola. Promotores de la iniciativa son el L.I.A.G. (Libero Istituto dell’Arte Gelatiera) de Bolzano y La Dolza, granja didáctica y agrigelatería de Follina (TV), sede de la actividad formativa del propio instituto.

En la apertura de los trabajos, el presidente del L.I.A.G., Loris Molin Pradel, presentó un marco general de la temática. Tras exponer los programas y finalidades del instituto, se detuvo en las razones que llevaron a impartir los cursos de formación precisamente en una agrigelatería, en contacto directo con la producción de las materias primas que tradicionalmente forman la base del auténtico helado artesanal.

El tema fue profundizado por Paolo Garna, ex director de la MIG de Longarone. Partiendo de la clara necesidad que tienen las explotaciones agrícolas de valorizar sus producciones —a menudo insuficientemente remuneradas por el mercado, como ocurre con la leche—, se evidencia cómo la elaboración de helado en la propia explotación puede representar una oportunidad interesante. Sin embargo, esta actividad, que solo en los últimos años se ha asomado al panorama económico nacional (la primera solicitud de registro de una denominación de agrigelatería data de 2001), necesita una regulación; un paralelismo concreto podría hacerse con el agroturismo, puesto que se trata igualmente de la administración de alimentos.

Pero existe un problema —subrayó Garna—: el helado, aunque se produzca con materias primas de origen empresarial, no se considera actualmente un producto agrícola; no figura entre los contemplados en el decreto del ministro de Economía relativo a los productos de la transformación agrícola que entran en la renta agraria. Por ejemplo, mientras que el yogur obtenido con leche sí se considera producto agrícola, ¡el helado elaborado con ese mismo yogur no lo es! Todo ello tiene implicaciones —sobre todo fiscales y también organizativas— para quien desee abrir una verdadera agrigelatería y no limitarse a ofrecer su helado solo como postre dentro de la restauración del agroturismo.

El deseo manifestado en el encuentro es, por tanto, que este obstáculo sea superado, ya que —como explicó con acierto el maestro heladero Marco Gennuso— la inmensa mayoría de los elementos que componen el helado, ya sea a base de leche o, más aún, a base de agua y fruta (sorbetes), pueden proceder perfectamente de la explotación agrícola.

Según Gennuso, producir helado en la empresa agrícola es una oportunidad única para valorizar todas aquellas producciones y biodiversidades que, por las cantidades limitadas, no encuentran una salida rentable en el mercado, pero pueden convertirse en auténticas excelencias y singularidades en la heladería. Todos estos aspectos fueron retomados en la serie de intervenciones que se sucedieron, con el deseo de que la regulación de la actividad de agrigelatería sea considerada cuanto antes y sometida a la atención de los órganos competentes, en particular de las asociaciones de categoría encargadas de proteger a los empresarios agrícolas.

FUENTE: www.gelateriedelterritorio.it